La Biblioteca Nacional de Francia es una de las
bibliotecas más importantes del mundo. Tiene el estatuto de establecimiento
público. Sus actividades son repartidas entre diferentes ubicaciones, cuya
principal es la sede François Mitterrand, situada en el barrio de Tolbiac, en
el XIII distrito, en la orilla sur de París. Sus colecciones físicas son
estimadas en treinta millones de volúmenes pero también es ampliamente conocida
por Gallica, su biblioteca digital.
Un decreto del año 1537, que sigue aún en vigor, exige
que la Biblioteca Nacional de Francia guarde un ejemplar de todas las obras
publicadas en Francia. Actualmente, alberga en total más de 13 millones de
libros y 350.000 volúmenes encuadernados de manuscritos, además de colecciones
de mapas, monedas, documentos, estampas y registros sonoros
Sus fondos resultaron de la unión de diversas
colecciones. La Biblioteca del Rey (Bibliothèque du Roi), fundada en 1368 por
el rey Carlos V, biblioteca que contaba con 917 manuscritos, y la Biblioteca de
los Duques de Orléans fueron reagrupadas por Francisco I en su residencia real
de Fontainebleau, para después ser transferidas a París por Carlos IX. Así
fusionadas, y bajo el nombre de Biblioteca Real (Bibliothèque Royal), en 1666
fueron instaladas por Luis XIV en la calle Vivienne y se convirtieron en
Biblioteca Nacional (Bibliothèque Nationale) en 1795. Posteriormente se unió a
la colección la Biblioteca del Arsenal, que había sido creada en 1757 por Palmy
d’Argenson, además de los fondos del conde de Artois, futuro Carlos X, y los
archivos de la Bastilla después de la Revolución francesa. (1)
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Biblioteca Nacional de Francia |
Todos los libros de Alejandro Dumas publicados en
Francia se pueden encontrar en las distintas sedes de esta Biblioteca, desde
ejemplares tan raros como su Nouvelles
contemporaines, que fue el primer libro de prosa escrito por Dumas en 1826
que al no encontrar editor fue financiado por el propio autor y solo logro
vender 4 ejemplares; hasta todas las ediciones de El conde de Monte Cristo (1844)
que se ha vendido en todo el mundo, traducido en muchos idiomas. De todos
los libros publicados de este autor francés,
la sala Richelieu almacena unos 500 volúmenes, la Francois Mitterrand
más de 3000 libros y en la Biblioteca del Arsenal unos 1300 ejemplares. También
disponen de ediciones de otros países y en otros idiomas, así como libros que
se han escrito sobre su vida y su obra literaria.
Una sección muy importante de esta Biblioteca en su
sala digital Gallica donde se encuentran digitalizadas 300 obras, casi todas
primeras ediciones que están disponibles a los lectores en un formato digital
que ayuda a la preservación de estos valiosos libros. Esta parte de la
Biblioteca se encuentra en constante expansión y todos los meses se agregan
nuevos textos a sus estanterías virtuales.
También están digitalizados todos los periódicos Le Mousquetaire (1854-1856) y Le Monte-Cristo (1857-1862), editados y
publicados por Dumas. El primero fue el diario más importante que dirigió y
donde publicó en serie novelas tan importantes como El salteador y Los mohicanos
de París. El segundo fue un diario de frecuencia semanal, que le permitió
compartir de primera mano con sus lectores sus impresiones de viajes por Rusia
en 1858. Cada ciudad que visitaba quedaba narrada en manuscritos que enviaba
por correo al diario y se publicaban de inmediato, así sus lectores solo demoraban
días en seguir las huellas del escritor por las calles de San Petersburgo,
Moscú, las estepas rusas, las montañas del Caucaso, y conocer costumbres y leyendas de esas tierras tan distantes de Francia.
Otro importante lugar de visita en la Biblioteca
Nacional de Francia es su Archivo de Manuscritos. Ahí podemos encontrar los originales,
y en microfichas para el uso de los lectores, de obras de teatro, guiones de
sus puestas en escena, libros escritos por Dumas con su excelente caligrafía,
cartas intercambiadas con otros escritores contemporáneos como Víctor Hugo, Emilio
Zola, Gérard de Nerval y Théophile Gautier; así como cartas y documentos
familiares que ilustran su relación con su hijo Alejandro Dumas, su hija Marie-Alexandrine y su esposa la actriz Ida
Ferrer.
También se guardan publicaciones que aparecieron en
Francia después de su muerte en 1870, homenajes, discursos, fotos de su
monumento en París y en su natal Villers-Cotterets. Todos expresan la gloria
que para la literatura universal fue la obra de Alejandro Dumas padre, como
dijo Víctor Hugo:
“Ninguna popularidad de este siglo ha sobrepasado a la de
Alejandro Dumas. Sus éxitos son más que éxitos, son triunfos que tienen el
brillante sonido de las fanfarrias. El nombre de Alejandro Dumas es más que
francés: es europeo, es universal. Su teatro ha sido representado en el mundo
entero, sus novelas han sido traducidas a todos los idiomas: Alejandro Dumas es
uno de esos hombres que podemos llamar sembradores de la civilización. Purifica
y mejora los espíritus con una especie de luminosidad alegre y fuerte. Fecunda
las almas, las mentes, las inteligencias. Crea la sed de leer, excava el genio
humano y lo siembra. Todas sus obras, tan múltiples, tan variadas, tan
eruditas, tan encantadoras, tan vigorosas, emanan la clase de luz propia de
Francia”.
Fuente:
(1)
https://es.wikipedia.org/wiki/Biblioteca_Nacional_de_Francia